Ocurrió en Francia hace pocos días, el individuo asesinado era un profesor al que se le ocurrió, en un país que tiene por lema LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, defender la libertad de expresión; para explicar la esencia de la libertad de expresión utilizó un ejemplo que está muy vivo, aun tratándose de muerte, en el recuerdo de los franceses: el asesinato de parte de la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo ¿lo recuerdan? se lo resumo: hicieron unas caricaturas de Mahoma y merecieron por ello ya no la reprobación social sino la muerte sin juicio previo. Pues bien, este profesor francés que hablaba de libertad de expresión en su clase advirtió a sus alumnos musulmanes de lo que iba a mostrar y les dio la opción de salir del aula si así lo deseaban, dicho de otro modo, actuó como un francés libre y occidental en cuanto al ejercicio de su libertad respetando a la libertad de los demás ¿resultado? le rebanaron el cuello en plena calle. Ha muerto asesinado.
Si quieren saber más de este incidente y no conformarse con lo que acabo de contarles o con lo que los periodistas han tenido a bien (o a mal, según se mire) explicar al respecto, no duden en leer este hilo de periodista argentino afincado en París Alejo Schapire:
🇫🇷🔴 Un hombre fue decapitado al noroeste de París. Se trataría de un profesor que mostró caricaturas de Mahoma. Un detenido. pic.twitter.com/8zMd33YahO
— Alejo Schapire (@aschapire) October 16, 2020
Este hecho, siendo trágico en muchos sentidos e impactante en cuanto al retroceso que supone en nuestras sociedades todavía libres, no resulta tan ignominioso como lo que sucedió a continuación, como la reacción de tantos: de repente resulta que la religión mata (¿puede alguien mostrar algún video, por ejemplo, del Papa llamando a dar muerte al infiel? yo no lo localizo...), busco el # hashtag del estilo todossomos... en recuerdo y muestra de respeto a este profesor asesinado y no lo localizo y recuerdo a las sociedades occidentales rodilla en tierra porque un policía ha matado a un hombre negro en Estados Unidos ¿no merece este profesor francés asesinado por hablar de libertad de expresión al menos el mismo respeto y homenaje que el hombre negro asesinado por ser negro? (nótese que asumo como cierto que fue asesinado por ser negro, algo más que cuestionable, y ni así la comparación se sostiene).
¿Qué está pasando para que estas incongruencias campen por nuestras sociedades ante el pasmo de alguno, el silencio de muchos y la ceguera de tantos otros? verán, decía Guerra allá por el año 85, cuando comenzó el proceso de politización de la justicia en España, que Mostesquieu había muerto, lo que no sabíamos entonces es que en realidad lo que empezaba a morir, y no solo en España, era la Ilustración entera porque en algún momento hemos pasado de entender que cuando decimos 'la unión hace la fuerza' hablamos de la unión de individuos que defienden un objetivo común, a entender que el colectivo resultante de esa unión es sujeto de derechos por encima de los individuos que lo conforman y su libertad.
Verán, ni la libertad es absoluta ni los derechos incontables, la libertad de cada individuo termina donde empieza la de los demás y los colectivos no tiene más derechos que cada uno de los individuos que los conforman porque los colectivos no son, no pueden ser, sujetos de nada, son individuos agrupados por intereses, religión, fe, nacionalidad, sexo... y si tuviésemos esto claro no se nos ocurriría pedir perdón por lo que hayan hecho o dejado de hacer nuestros antepasados (qué malos los españoles en América, oiga) o no tan antepasados (policías o políticos corruptos, por ejemplo) porque entenderíamos que no somos responsables más que de lo que hacemos o dejamos de hacer, no de lo que hacen otros.
¿Más incongruencias? ¡las hay a mares!: ahora resulta que tenemos que pedir perdón por haber descubierto América y haber creado allí las colonias de un imperio en el que la esclavitud estaba prohibida mientras a nadie habla de las terribles costumbres aztecas o de la práctica exterminación de los indios en los territorios colonizados por británicos y holandeses; ahora resulta que es posible defender el feminismo más radical, el que cruza la línea de la igualdad y apuesta por la discriminación positiva, y también aceptar el Islam, que pone velo y burka a las mujeres sometiéndolas a la voluntadad de padres, hermanos y maridos sin que nadie se sorprenda, mucho menos se escandalice; ahora resulta que hay quien enaltece la figura de Clara Campoamor, quien defendía que la libertad se aprende ejerciéndola, hablando de aleccionar a las niñas acerca de si estudiar ciencias o humanidades; ahora resulta que en lugar de caminar hacia una educación ilustrada y libre dejando la religión, las creencias y la fe de cada cual en su ámbito privado, nos parece bien meter el Islam en las escuelas, ahora resulta que si un hombre mata a su mujer todos los hombres son asesinos y si un musulmán mata a un hombre libre todas las religiones matan (o algo habrá hecho el hombre libre... ¿les suena la excusa?); ahora resulta que si los menas delinquen en un barrio de Madrid no ve uno media noticia en televsisión pero si los vecinos que sufren esa delincuencia salen a protestar ¡salta la noticia! porque ellos son fascistas y acto seguido se monta enfrente una manifestación antifascista ¿ver el germen de un enfrentamiento civil? el verdadero problema no son los menas ni sus vecinos, el problema es usarlos para calentar la calle en lugar de buscar una solución al abandono de los unos y la indefensión de los otros, el problema es querer hacer de la mitad de la verdad, la verdad completa.
No ha muerto Montesquieu, ha muerto la verdad a manos de las medias verdades, ha muerto el individuo en brazos de lo colectivo, o estás en un colectivo o te meten en él por la fuerza y cuidado con eso porque si no aceptas ser, por ejemplo, feminista en los términos en que definen el feminismo Irene Montero o Carmen Calvo lo mismo acabas siendo machista y si no aceptas ser progresista en los términos en los que definen el progresismo* Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, lo mismo acabas siendo fascista ¿dónde queda entonces la libertad del individuo? ¿dónde sus derechos? ¿dónde el mundo libre en el que cada cual decide, en la medida de lo posible, hacer de su vida lo que se le antoje? así se explica el título de esta reflexión: el asesinato del profesor francés por el que nadie pone rodilla en tierra a manos de un musulmán radicalizado es una metáfora perfecta de la agresión constante que sufre actualente la libertad individual frente a los derechos que se reconocen a los colectivos.
Quienes son capaces de mimetizarse con un colectivo, el que sea, volverse grises o del color que se vista ese colectivo, y seguir las consignas del colectivo elegido sin cuestionárselas vive en un tiempo perfecto para él, eso sí, como colectivos los hay de todos los colores, cuidado, no sea que acaben a palos los grises con los rojos, otra vez.
El problema lo tienen, lo tenemos, quienes no tienen intención alguna de convertirse en borregos ni soldados, tampoco en activistas de cualquier causa, quienes se niegan a hacer profesión de fe ante el ecologismo, el feminismo o cualquiera que sea el ismo colectivizante del momento, lo tienen quienes defienden la libertad cuando hablan de aborto y eutanasia y también cuando hablan de gestación subrogada, quienes defienden la libertad de las mujeres para hacer de su vida un sayo tanto si eligen anteponer su maternidad a su desarrollo profesional como si no, tanto si deciden ser enfermeras o profesoras como si deciden ser astronautas o informáticas... ¿por qué sucede esto? porque quienes son libres y quieren ser libres no se colectivizan ni tan siquiera entre sí, son espíritus críticos, y libres (a veces acertados y a veces equivocados como individuos imperfectos que son) a los que la ola colectivista les está pasando por encima cuando no diluyéndolos en etiquetas que ni quieren ni les encajan pero que ayudan a los colectivizadores de género y de lo que no es género a hacerlos encajar en su esquema social, un esquema en el que importa más el colectivo que el individuo, en el que tú, como persona, importas cero.
Permítanme una última reflexión: ¿saben por qué algunos tenemos alergia a la idea de involucrarnos en cualquier colectivo por noble que sea la causa que defiende? porque cuando dejamos de hacer lo que decían los profesores, los curas o las monjas y nuestros padres y abrazamos nuestra libertad quedamos ya vacunados frente al colectivismo, porque vemos con nítida claridad que los colectivos tiende a alienar a los individuos cuando se erigen como algo más que la suma de sus voluntades, porque no hemos dejado de adorar y alabar a Dios para ponernos ahora a adorar y alabar a héroes de cartón piedra. Porque queremos ser libres.
-
*progresismo: lectura recomendada: La Traición Progresista de Alejo Schapire:
🥁Aquí va la introducción y un fragmento de un capítulo de « La traición progresista » (editado por @LibrosdelZorzal y @edhasaeditorial ), que empieza a llegar a las librerías a partir de este lunes (pronto, la versión ebook). https://t.co/1rJopVtEc3
— Alejo Schapire (@aschapire) June 2, 2019