jueves, 24 de diciembre de 2015

La Nueva Política en la misma encrucijada: el nacionalismo.

Veréis... he estado muy calladita en cuestiones políticas, he leído y escuchado a muchos y ahora sí, he llegado a mi propia conclusión.

Una de las cosas que menos me ha gustado siempre del PP y el PSOE es su capacidad de supeditarse a los partidos nacionalistas con tal de alcanzar el poder.

Y ahora veo que Podemos llega al congreso con esa misma hipoteca firmada de antemano, su capacidad de negociación no la marca Pablo Iglesias sino los partidos nacionalistas con los que se ha presentado a las elecciones.

Y al parecer ahora eso importa un bledo. A mi no.

Claro que a lo mejor es porque soy gallega y sé un poquito de lo que hablo, a lo mejor es que recuerdo muy bien mis años en la facultad de A Coruña y los modos y maneras de los que hoy se llaman Marea. A lo mejor es que sigo pensando que unos pocos no pueden decidir por todos del mismo todo que ese todos no puede alienar a unos pocos.

Y a lo mejor es que veo con absoluta claridad que Podemos está re-editando la vieja política y, una vez más, quiere permitir, como lo permitieron el PP y el PSOE en tantas ocasiones, que unos pocos decidan por todos.

Os cuento una anécdota para que me entendáis cuando digo que sé un poquito de lo que hablo: se me ocurrió, en la clase de retórica y teoría del texto, hacer un discurso titulado 'la universalidad de la cultura' ¿sabéis qué ocurrió? que los que hoy se llaman Marea me dijeron que no tenía derecho a hablar en gallego por defender que la tradición literaria gallega es, como cualquier otra, universal, decían que era sólo y exclusivamente de los gallegos. Y yo, que estudiaba entonces filología inglesa y entendía que, por esa regla de tres, podían tener los ingleses más motivos para negarme el derecho a hablar su idioma que los gallegos, me veía aprendiendo esperanto para poder comunicarme.

Viñeta de Castelao. Texto en castellano: - No estudies, hazte político y puedes llegas a Ministro de Instrucción Pública...

Pero la cosa va mucho más allá, yo he tenido en la universidad profesores lusistas y no, no es que fueran portugueses, es que no reconocen la gramática gallega normativa (la que emana de la Real Academia Gallega de la lengua como la española lo hace de la Real Academia Española) y crean la suya propia hablando y escribiendo gallego con fonemas y grafías del portugués (por explicarlo de modo sencillo).

Y ésto no es algo que suceda hoy, sucedía hace ya más de 20 años. ¿Dónde estaban el PP y el PSOE mientras profesores de universidad impartían clase en un idioma que no existe? jugando a sumo un escaño resto tres, es decir, en el mismo punto en el que están ahora, junto a Podemos, sumando y restando con los nacionalistas.

Y conste, hablo ahora como filóloga, que soy la primera en decir que la gramática gallega merece una revisión... una revisión que podía y debía haberse hecho hace más de 20 años si nos hubiésemos puesto a ello en lugar de marearnos.

Después de la campaña, de las elecciones y de leer y escuchar a todo el mundo ¿sabéis cuál es mi conclusión? que fuera de las zonas donde el nacionalismo se instala, se entiende mal este fenómeno y no se le da la importancia debida, por eso años atrás lo alimentaban PP y PSOE con tal de que les sirviera de escalón para llegar a la Moncloa y ahora Podemos, que ha encontrado al nacionalismo bien alimentado, lo usa exactamente del mismo modo y para lo mismo, para llegar al poder.

Pensadlo un momento... Pablo Iglesias defiende un referendum independentista en Cataluña pero dice que, cuando se convoque, el hará campaña para que Cataluña siga en España... Vamos, que al final se podrá al lado de Rajoy, Sánchez y Rivera para decir que una España unida es lo que mola ¿os imagináis un mitin a cuatro en este sentido? no me digáis que no es surrealista...

Porque veréis... si lo que Podemos quisiera fuera transformar la democracia española tiene una vía mucho mejor que la de los nacionalistas: coger a Ciudadanos de las corbatas y decirle: tus 40 más mis 42 (Podemos sin Mareas, Compromis, En Comú) con los 90 del PSOE somos mayoría absoluta, yo negocio con Pedro y tú Mariano para que el Senado no nos tumbe las reformas y vamos a mantener esto el tiempo justo para cambiar esas cosas que en las tertulias decíamos 'en ésto podríamos estar de acuerdo'. Y después, quizá un par de años después o incluso tres, volvemos a elecciones y que la gente decida... que decidan después de que Podemos y Ciudadanos hayan demostrado que son distintos, que de verdad su interés es reformar este país. Ah claro... perdonad... que eso no es así... verdad que no? Pues eso.

Y un último apunte: el único partido, de los 4 más votados, que no ha pactado jamás con los nacionalistas permitiendo que sean unos pocos los que decidan por todos, es Ciudadanos. Esos a los que critican ahora sus propios votantes por ponerse de frente ante los nacionalistas que aúpan los casi tres millones de votos de Podemos sobre los tres millones y medio de Ciudadanos.

Respecto a Ciudadanos os diré que tan memez es decir que van a ser decisivos a la vista de la aritmética de escaños, como decir que la gente se ha dado cuenta de 'lo que es' como dicen desde Podemos, lo que ha pasado es justo lo contrario: por una parte la gente no se ha dado cuenta de la importancia de que Podemos llegue con una hipoteca firmada con los nacionalismos y que Albert Rivera no supo, no pudo o no quiso (calculó mal??) imponerse en los debates al PP con la corrupción como argumento ni a Podemos poniendo a Pablo Iglesias, frente a las cámaras, ante la tesitura de reconocer que su capacidad de negociación la va a marcar Ada Colau, Compromís y las Mareas. Se equivocó. Entonces era el momento de ser claro y rotundo y ahora el de negociar, fue de negociador antes y ahora no le queda más camino que el de ser claro y rotundo... va a destiempo y va a ser muy difícil que se haga entender por mucha cordura y sentido común que ponga a su discurso. 

Y algunos diréis, pero... ¿¡seguimos a vueltas con el nacionalismo?! ahj!! estoy con vosotros, hasta el último pelo del asunto... pero las cosas no siempre son como uno quiere, son como son y, nos guste o no, Podemos es a día de hoy una re-edición del modelo de la vieja política, sumando nacionalismos de antemano con tal de sumar más, supeditando sus ideales de izquierda a las ansias independentistas de unos pocos y eso, nos guste o no, es importante. ¿O acaso nos importa un bledo que, una vez más, sean los nacionalistas los que pongan las condiciones? Para mi la nueva política era justo lo contrario, era que habría más de dos partidos con capacidad de negociación y decisión que haría que el nacionalismo tuviese la importancia que le corresponde, ni más ni menos. Pero no, se ve que no, que no era eso y no lo era porque Podemos llega con la etiqueta de nueva política llevando la mochila de la vieja y hace otra cosa además que siempre se le ha dado muy bien al PP: acusar a su oponente de lo que ellos hacen, por eso dicen que es Ciudadanos quien se rinde a la vieja política porque, al parecer, que la vieja política (PP+PSOE+IU) sea mayoría abosolutísima en las urnas no importa a nadie.

Sé que a muchos no os gustará lo que digo, espero que al menos lo respetéis porque al fin y al cabo éste es mi blog y sólo faltaba que no pudiera yo expresarme con libertad aquí... Lo único que quería decir es que lo que yo siento es que Pablo Iglesias está traicionando a la nueva política utilizando al nacionalismo del mismo modo y manera que lo usaba la vieja política.

Y como nadie lo dice, como de lo único que se habla es de sumas y restas como si el reparto de escaños sólo fuese una cuestión aritmética, pues lo digo yo, más que nada para que nadie se lleve a engaño porque antes de lo que pensamos tanto PP como PSOE, Ciudadanos y Podemos van a tener que decidir si se ponen de frente, de perfil o a bailar la conga frente a una declaración de independencia o algo muy similar a eso. Y ahí veremos a quien se debe cada uno.

Ea. Perdonad el speech así en pleno día de Navidad, pero si el Rey puede, yo también, no?

Disfrutemos de la vida... y hagámoslo con la 'tranquilidad' de saber que el marrón de gobernar este país se lo hemos encomendado ya a unos cuantos, les toca 'comérselo' les guste o no la porción que ha tocado a cada uno, que se encierren en cocina y preparen el menú, que para eso los hemos puesto ahí. (El que no tenga sales de fruta que las vaya comprando...).

Y sí, soy de las que piensa que, si acabamos votando otra vez en pocos meses, será porque los políticos que hemos elegido, TODOS, han fracasado, no han sabido qué hacer con la voluntad de los ciudadanos ¿qué haremos entonces? propongo la abstención masiva como respuesta, a ver si así recuerdan aquello de que la política es el arte de lo imposible y se enteran de una vez de qué va la democracia, no vale 'ir a las urnas hasta que salga lo que quiero', lo que cuenta es lo que quieren los ciudadanos y en eso tenemos que ser como los padres: las cosas se dicen una vez, no 27. (Diréis que no soy revolucionaria....).

Feliz Vida y sí, Feliz Navidad.

NOTA AL PIE A 27 DE DICIEMBRE DE 2015.
Este post se publicó el 24 de diciembre y hoy, 27 de diciembre, quiero completarlo dejando constancia de una información con la que no contaba antes de escribirlo; se trata de unas declaraciones hechas por Albert Rivera en septiembre de 2015 recogidas en este artículo: 'Rivera cree que será preciso un paco de tres partidos para gobernar España tras las generales. Es más que probable que en ese momento el líder de Ciudadanos estuviera pensando en un pacto a tres entre Podemos, el PSOE y Ciudadanos frente al PP pero Podemos ha hecho imposible ese pacto desde el momento en el que pacta previamente con partidos independentistas. ¿Es posible que el pacto a tres sea finalmente entre PP, PSOE y Ciudadanos?

martes, 22 de diciembre de 2015

El machismo, la igualdad y la violencia de género.


Al ver la que se ha liado en días atrás con la violencia de género, he recordado los tiempos en los que yo tenía un blog… que no es que ahora no lo tenga, que lo tengo, pero me expreso en él de Pascuas a Ramos porque he tomado la decisión, no sé si sabia o no, de guardarme mis opiniones para mi y compartirlas sólo con mi círculo más cercano.
Claro que cada uno tiene sus líneas rojas en la vida y hay cosas que te hacen saltar aunque no quieras; no he querido saltar con este tema, y no he saltado, pero pasados los primeros momentos de revuelo, he recordado que hace tiempo, tanto como 5 años, cuando mi hijo no contaba más que dos, escribí mis opiniones sobre la ley de violencia de género, aquí están: 'Igualdad y violencia 'de género''.
Y leyéndome de nuevo me doy cuenta, que si bien ahora me expresaría en otros términos y haría más hincapié, mucho más, en la obligación ética, moral y humana de toda sociedad de defender a sus colectivos más débiles, mi opinión no sólo no ha cambiado sino que se ha reafirmado.
Creo firmemente que la ley de violencia de género, amén de cambiar de nombre, debe proteger a las mujeres como objetivo mayoritario del maltrato en el ámbito familiar, sí, pero también a los niños porque ellos no tienen ninguna capacidad de defenderse por sí mismos, no creo que ninguna mujer maltratada pueda dar por buena una ley que intenta protegerla a ella y deja a sus hijos en manos de quien la maltrata por muy padre que sea porque, honestamente, alguien que maltrata a un ser humano ¿puede ocuparse del cuidado y educación un niño? Mi respuesta es no.
Lo que me pregunto es cómo vamos a explicar después a un niño maltratado por una mujer que su caso no recibirá el mismo cuidado y protección que el de un niño maltratado por un hombre. No importa si son muchos más los maltratados por hombres que por mujeres ¿qué derecho tenemos a obviarlos?.
Veréis… quiero compartir una anécdota personal, permitidme que no profundice mucho en ella porque se refiere a mi hijo que tiene 7 años y para mi su intimidad es sagrada: el caso es que en el colegio, hace ya más de un año, se dieron unas charlas de igualdad. Mi hijo me afirmó y preguntó entonces que ‘aunque a veces juguemos a cosas distintas en realidad somos iguales, verdad mamá?’
Mi respuesta fue clara y sencilla: sí, cariño, somos iguales, porque a lo que nos referimos al decir que somos iguales no es a que nos gusten las mismas cosas ni a que tengamos que hacer las mismas cosas, da igual si eres chico o chica, a todos nos gustan cosas diferentes; lo que significa ser iguales es, en tu caso, que tanto las niñas como los niños vais al cole, aprendéis, jugáis juntos, podéis ser lo que queráis de mayores…’
La respuesta de mi hijo fue mirarme como si estuviese viendo un perro verde y decirme: -‘pues claro, mamá’.
Esa era la cuestión, para él la charla no tenía sentido porque en su cabeza no cabía el hecho de que los chicos y las chicas no fuesen iguales en cuanto a lo que pueden o no hacer…. Y eso con 6 años, y eso él y, estoy segura, todos sus compañeros porque todos son niños que tienen padres y madres que trabajan y/o están en paro, que se ocupan de sus deberes, de sus cenas y de sus ropas, de sus juegos, de sus dudas…
Sí, sí creo en una ley que proteja a quienes son objeto de violencia en el que debe ser su hogar y su refugio, su casa; sí, sí creo que tiene que existir una ley que aleje a los maltratadores de ese entorno en el que hacen tanto daño y sí, sí creo que la ley debe ser igual de implacable sea quien sea quien cometa tan abyectos delitos.
¿Qué lo que subyace al maltrato es el machismo? ¡eduquemos entonces para desterrar el machismo no para cambiarlo por la discriminación en contrario! No quiero vivir en un país en el que mi hijo tenga que pedir, dentro de 50 años, lo que pedíamos las mujeres hace 50 años, que fuesen anuladas las leyes que nos discriminaban.
Si queremos una sociedad igualitaria no podemos construirla con nuevas discriminaciones que compensen a las viejas, borremos las viejas a golpe de educación y predicando con el ejemplo, no creando nuevas desigualdades. Y, sobre todo, pensemos en la sociedad que queremos dejar a nuestros hijos.
Yo, desde el respeto a todas las opciones y opiniones, tengo claras un par de cosas de la sociedad que quiero dejar a mi hijo: una en la que se premie el talento y el esfuerzo sobre la mediocridad y en la que nadie sea discriminado por razones de sexo, raza o canon de belleza de turno –por poner tres ejemplos que me parecen indiscutibles-. Quiero que cuando le digo a mi hijo: ‘de mayor serás lo que quieras ser, sólo has de trabajar día a día para conseguirlo, esforzándote y sin rendirte porque en algunos momentos las cosas no te salgan como tenías planeado, siendo honesto, pidiendo ayuda cuando la necesites y ayudando a quien lo necesita’, sea cierto y no quiero tener que explicarle nunca que hay una ley que lo prejuzga culpable de forma preventiva porque mi generación no supo plantarle cara al machismo de forma justa.
Permitidme además que, como mujer, me arrogue la oportunidad que tenemos las mujeres de continuar lo que otras mujeres, que lo tenían muchísimo más difícil que nosotras, comenzaron; nosotras, en memoria de ellas y gracias a ellas, tenemos que hacer que la sociedad siga avanzando, ¡echemos el resto! Y hagámoslo con altura de miras y un intenso sentido de la justicia, demostremos, una vez más, nuestra grandeza, esa que la historia, escrita en clave y versión masculina, ha acallado durante tantos siglos.
Y esto es sólo mi opinión, cabe que la compartáis en parte, en su totalidad o que no la compartáis en absoluto. Compartamos al menos una cosa: el respeto a la opinión de todos los que, con una u otra ley, queremos proteger a quienes sufren cualquier tipo de maltrato y, para argumentar nuestras posturas acerca de un tema tan delicado, hagámoslo siempre desde esa base de acuerdo ahorrándonos los discursos demagógicos.
Por mi parte no voy a entrar más argumentaciones, esta es, a día de hoy, mi opinión, que os puedo asegurar que es pensada, meditada y argumentada después de leeros y escucharos a muchos en este sentido y en otros.