Todas las acciones que una marca despliega para posicionarse
en el mercado, hacer publicidad de sí misma y sus productos, llegar a sus
clientes y prospectos, tienen un único objetivo y fin: vender más. Cada euro que
una marca invierte en acciones de este tipo (marketing y comunicación) espera
ser recuperado y multiplicado vía el incremento de la venta; esto es así
incluso si hablamos de Social CRM: una empresa invierte en formación en Social
Media para sus empleados y en las herramientas necesarias para integrar las
Redes Sociales como un medio de comunicación más (como puede serlo el teléfono
o el mail) para dar un servicio más completo, mejor … que le ayude a ganar por
la mano a su competencia.
A esto se suma el hecho de que las Redes Sociales son
plataformas de comunicación, medios de comunicación, medios sociales …
llamémoslo como queramos, el concepto clave es comunicación social e
interactiva: no se puede dirigir al milímetro lo que ocurre en redes alrededor
de una marca, se puede y debe gestionar, se puede y debe provocar el tipo de
movimiento que interesa a la marca pero hay un margen muy importante que queda
en manos de terceros, de los usuarios de la marca y su propia competencia …
para bien y para mal.

Partiendo de estas dos premisas me parece que roza lo
indiscutible afirmar que tanto un Social Media Strategist como un Community
Manager deben tener visión comercial y tener habilidades de comunicación y
gestión. Por supuesto que se trata de perfiles profesionales complejos y
nuevos, tan nuevos que se hacen a sí mismos cada día y … oh! Sorpresa!,
desarrollan su actividad en un entorno cuya evolución es tan vertiginosa que
estarán siempre rehaciéndose al calor de la propia evolución y el propio
desarrollo de las Redes y las posibilidades que ellas aportan a las marcas.