Veo, no sin cierto pasmo aunque preguntándome también de qué carajo me extraño a estas alturas de mi vida, como los conservadores se han vuelto a hacer un lío con el aborto, cosa que dice bastante y a la vez bastante poco de su ideario. Pero vayamos por partes:
A la izquierda del espectro político (sí, sí, espectro, a modo de fantasma) nos dicen que el aborto es un derecho, así, sin matices.
A la derecha del mismo fantasma, perdón, espectro, nos dicen que no pero que sí pero que lo que diga la ley de cada país pero… venga, va, que sí, que el aborto es un derecho (asumen unos a regañadientes), ¡qué no! braman otros al tiempo que tienen la peregrina idea de que una mujer que ha decidido abortar cambiará de idea al oír el latido del corazón del feto como si ese sonido en sus oídos fuera a cambiar su realidad, la realidad que la ha llevado a contemplar el aborto como solución.

Tengo para mi que ni los unos ni los otros entienden que en ocasiones importa más, mucho más, el marco que el cuadro o, dicho de otro modo, que si cambias una pista de tierra batida por una de hierba el partido no será el mismo por mucho que lo jueguen los mismos contendientes. Eso y que no deben conocer a Overton... pero de eso hablaremos luego.
En primer lugar:
si existe el derecho a la vida, y no creo que nadie tenga el valor de negarlo (aunque quien sabe…), el aborto no puede ser un derecho porque supone el fin de la vida pero hete aquí que tampoco puede ser un delito porque el derecho a la vida no es solo del feto, también de la madre (o progenitor gestante, que quieren llamarle ahora…) ¿y cómo se conjuga el derecho de ambos cuando estamos ante un embarazo no deseado? Ese es el debate, un debate que no se dá porque la izquierda ha cambiado el campo de juego y la pregunta del concurso, ahora se trata de si el aborto es o no un derecho y como nadie ha sido capaz de decir algo tan sencillo como ‘
el aborto no es un derecho, es un hecho que aceptamos en circunstancias determinadas o por determinar’ pues ahí estamos, si no consideras que el aborto es un derecho eres facha y machista, ea (que Pedro Sánchez es más feminista que yo lo saben hasta en Pernambuco, lugar en el que de mi no tienen noticia y juraría que de él… poca).
Pero volvamos al asunto:
el aborto no es un derecho pero tampoco un delito, es un hecho ¿cómo regulamos ese hecho? Habrá quien prefiera la ley que suscitó el acuerdo de todos en época de Felipe González (una ley de supuestos) o habrá quien prefiera una ley de plazos como la que se aprobó en tiempos de Zapatero. Pero ese debate tampoco se da porque el aborto es un derecho y por tanto, como diría Fraga, ni tutelas ni tutías…
Ahora bien,
que nuestros fantasmas, perdón, políticos, nos estén ahorrando los debates que de verdad importan no nos exime de la responsabilidad de mantenerlos, empiezo yo:
Sostengo que el aborto no puede ser un derecho si lo es la vida porque el camino que emprendemos si aceptamos esa premisa nos llevará a destinos que hoy nos parecen aberrantes pero a los que nos encaminaremos mansamente (ahora es cuando explico lo de Overton).

Overton era un tipo listísimo (o no tanto, no sé) que se inventó una metáfora que todo el mundo entiende: la ventana de Overton es el marco dentro del cual está todo lo que la sociedad está dispuesta a aceptar; lo que está fuera de esa ventana es lo más radical, lo que la sociedad no acepta. Bien. Pero resulta que la ventana de Overton no es de hormigón y climalit sino de goma, de tal manera que en ocasiones, ya sea por la fuerza de los radicales que la ejercen desde el exterior de su marco o por la fuerza de la propia sociedad en su evolución y desarrollo, se amplía (o se contrae…).
(Ahora que ya sabemos lo de Overton sigo con el aborto). Si aceptamos que el aborto es un derecho ¿a santo de qué vamos a limitarlo? ¿Cómo vamos a explicar que el aborto es un derecho hasta los 3 meses anda más? ¿Por qué no hasta los 6 meses? ¿Y por qué no hasta los 8 y medio? Si es un derecho lo es de principio a fin; hay quien dice que el aborto tiene que ser un derecho hasta que el feto es viable, supongo que porque antes de eso es un ser vivo pero no un ser humano (no me soltéis a los perros que esa cosa incomprensible no la dije yo, la dijo Bibiana Aído); pero lo cierto es que desde el momento en el que consideras que el aborto es un derecho comienzas a caminar senderos que te llevan al aborto hasta los seis meses de embarazo, momento a partir del cual hablarás incluso de aborto posparto (¿te espantas ahora? Bueno, también te espantabas hace un tiempo si te decían que el aborto era un derecho y mírate…).
¿Por qué una ley de plazos y no una de supuestos? Porque sea cual sea la ley la realidad es que al final alguien tiene que tomar una decisión (abortar o no abortar) y me parece que debe tomarla quien va a sufrir de manera directa sus consecuencias tanto si aborta como si sigue adelante con el embarazo; una mujer, ante un embarazo no deseado, puede necesitar apoyo moral, psicológico y hasta médico llegado el caso pero no que la gente de leyes decida por ella.
Y llego ahora al punto que quería llegar… Resulta que el debate es si el aborto es un derecho o no, calla, que ya dicen los conservadores que sí, que aceptan pulpo como animal de compañía y aborto como derecho mientras los más conservadores hablan de escuchar el latido del feto pero nadie, absolutamente nadie, habla de lo esencial ¿por qué abortan las mujeres? La respuesta, si no estás totalmente sometido al pensamiento woke es sencilla a rabiar: abortan porque su embarazo no es deseado. Bien. Y teniendo en cuenta que hay hoy más métodos anticonceptivos que pelos nos quedan a algunas en la cabeza ¿nadie se ha preguntado qué está pasando para que haya tantos abortos? ¿De verdad pensamos que las mujeres abortan como quien se extirpa un grano que le afea la sonrisa? Pero de esto tampoco se habla porque como el aborto es un derecho ¿¡qué más da?!
Pero hete aquí que los franceses nos han demostrado (hay que decir que lo han hecho sin querer) que no da igual: hace pocos meses, en una decisión controvertida que se espera que llegue incluso al Tribunal de Estrasburgo, el Consejo Superior Audiovisual francés censuró un video en el que aparecían niños con síndrome de down sonriendo ¿por qué? Porque podría perturbar la conciencia de las mujeres que decidieron abortar.

No voy a entrar, y mira que me gustaría, a criticar el modo en el que se tutela a las mujeres que abortan (se las cuida, se las protege) y como se denigra a las que no lo han hecho (no tienen derecho ni a ver a sus niños sonreír en un anuncio) pero sí en el hecho cierto de que
si se censura el video porque puede herir la sensibilidad de quienes han abortado es porque no da igual, porque importa, porque no es un derecho, es un hecho y una decisión personal que cae a plomo sobre la conciencia de cada mujer que la afronta.
Y por eso, porque importa, porque el aborto no puede ser un método anticonceptivo ni la solución desesperada para mujeres en situación límite, porque deja huella, porque duele… Por eso
importa saber cuáles son las razones que llevan a las mujeres a tomar esa decisión ¿para hacerles cambiar de opinión? ¡¡No!! Para ayudarles a tomar una decisión con la que puedan vivir el resto de su vida sin que las asalten los fantasmas porque sonría un niño en un video, ayudarles a aceptar el aborto como solución si es la mejor opción para ellas o apoyarlas para llevar a término su embarazo si es esa su decisión.
Eso si hemos llegado ya al momento del drama, que no es el del aborto sino el del embarazo no deseado; pero
como sociedad nos estaremos haciendo un flaco favor si no nos paramos a analizar las razones de los embarazos no deseados; siempre será mejor evitarlos, en la medida de lo posible, que afrontar un aborto o una maternidad que nunca se buscó.