Fue hace muchos años, tantos que todavía era joven y de izquierdas (xa choveu, que dicen en mi tierra) pero luego me caí del caballo; ocurrió cuando ¡por fin! el PSOE llegó a la Xunta de Galicia, por entonces muchos jóvenes gallegos tuvimos la sensación de que por fin íbamos a ventilar, a quitar el olor a rancio y naftalina de nuestro gobierno, a hacer que Galicia se moviese hacia el futuro en lugar de estar anclada a un pasado de emigración… pero sucedió que el PSOE llegaba a la Xunta encamado con el Bloque Nacionalista Gallego y sucedió que entonces algunos nos dimos cuenta de que los vínculos del PSOE con la extrema izquierda nacionalista, ERC y Bildu incluidos puesto que eran los ‘amigos’ del BNG, iban en serio.
Claro que los equidistantes exquisitos de entonces no teníamos unas anteojeras tan grandes (o unas tragaderas tan amplias) como los de ahora; aquel gobierno de extrema izquierda que nos colocó el PSOE en Galicia duró lo que un caramelo a la puerta de un colegio y, como con los gallegos no se juega (que parecéis nuevos…) el PSOE no fue jamás alternativa de gobierno en la región; añádanle a ello que el PP de Galicia ha sabido convertirse en el PNV gallego y verán como por muy de izquierdas que sean Vigo o La Coruña (las ciudades más pobladas) seguirá sin llegar la izquierda de nuevo a la Xunta de Galicia.
Ahora, mis queridos equidistantes exquisitos, os veo asustados por si lo que llamáis extrema derecha llega al poder (y digo ‘lo que llamáis’ no porque niegue la existencia de la extrema derecha, existe por supuesto, igual que existe la extrema izquierda (que yo también fui equidistante exquisita y el que tuvo siempre retuvo…) sino porque no vale llamar ultraderecha a todo lo que no es izquierda como hacíais con Cs o con el PP cuando no existía VOX: ser conservador no es ser de extrema derecha, es ser conservador ¿que no os gusta? A mi tampoco me han gustado nunca… pero no por ello he dejado de darme cuenta de que tan rancio es el olor de la extrema derecha como el de la extrema izquierda, tan feos los jerséis de punto de la extrema derecha como los chándales de la extrema izquierda… (y eso, queridos, no es ser equidistante en cuestión de moda, es tener ojos en la cara y usarlos).
Lo que me pregunto es si, como sucedió en Galicia, ver al PSOE encamado con la extrema izquierda nacionalista (que es lo más racista y rancio de nuestro país) os hará caeros del caballo o seguiréis temiendo más lo que pueda hacer la extrema derecha si llega al poder mientras os gobierna una izquierda que hace lo que teméis que pueda hacer la extrema derecha si llega al poder…